jueves, 8 de mayo de 2008

Regeneración del tronco nervioso periférico

El investigador en su aposento de experimentos. (Foto: Johana Flórez)

El proyecto emprendido por el doctor neurofisiólogo Rafael Labrador, consiste en “La reparación de lesiones traumáticas del nervio periférico. Diseño de un injerto nervioso artificial”, empleando la técnica de tubulización

Durante muchos años se pensó que era imposible la neuroregeneración. Sin embargo, se describió que una vez que la neurona era lesionada se producía todo una reacción a nivel de ella, que lo que parecía mostrar era que la neurona del sistema nervioso periférico tenía una capacidad para reparar aquellas partes de su estructura que habían sido dañadas.
No obstante, en posteriores estudios se especuló que eso también podía pasar en las neuronas del sistema nervioso central. Mas nunca se verificó, “se observó un proceso parecido que no llegaba a una reconstrucción exitosa, la restauración era una cicatriz inoperante desde el punto de vista funcional”. Por ende los investigadores insistieron en el análisis con las neuronas del sistema nervioso periférico.

Rafael Labrador quien es médico con doctorado en neurociencia, actual profesor de fisiología en la Universidad de los Andes-Táchira (ULA), señala que “se utilizaron elementos de la historia de la medicina para tratar de ir construyendo un sistema de reparación del nervio periférico”.
Las primeras reconstrucciones a nivel médico se hicieron con cirugías, luego se introdujo la microcirugía. “Los análisis mostraron que cuando se repara el tronco nervioso y se vuelve a unir con sutura, el hecho de que queden tan juntos no permite que el proceso de degeneración se produzca de forma adecuada”, puntualizó el doctor.

¿En qué consiste la técnica de tubulización?

Con la tubulización, “se crea al nervio una especie de espacio cerrado donde él mismo con su propio proceso bioquímico y metabólico puede reconstruir el axón que se perdió”.
Para practicar una microcirugía con la tubulización el científico pone una prótesis que probablemente permita que el nervio afectado “recupere 60 % sus funciones. Con últimos estudios realizados es factible que se alcance el 100% de regeneración”.
Hasta los momentos el doctor Labrador informa que hay 2 tipos de prótesis: “las perennes –siliconas-, que nunca desaparecen y las biodegradables -polímeros y otras sustancias- que el mismo organismo se va encargando de procesar y digerir”.

¿Con qué tipo de prótesis ha realizado los experimentos?

Hasta ahora se ha trabajado con las de siliconas. Éstas permiten observar claramente en los experimentos de animales lo que pasa dentro de ellas, el crecimiento axional y en el caso de humanos, se han operados sin necesidad de mayor cantidad de estudios, logrando recuperaciones importantes.
Su problema es que eventualmente cuando el nervio se recupera puede quedar apretado dentro de la prótesis, pues como todo período de cicatrización, un nervio regenerado dentro de una prótesis se recubre luego de una capa externa llamada mielina, produciendo sensaciones de picazón, adormecimiento, y fastidios.

“Ante tal adversidad la prótesis deja de ser útil y se transforma en un estorbo”. De igual forma, el fisiólogo consideró que es responsabilidad del cirujano prever al paciente de una segunda intervención para extraer el aparato, en caso de ser necesario.
Por su parte, las prótesis biodegradables tienen 2 limitaciones: en el mercado internacional son muy costosas y su un índice de degradación varía según el metabolismo de la persona. “Si se degradan antes de tiempo las paredes colapsan y en vez de tener un canal para que el nervio crezca van a formar un obstáculo”, siendo contraproducente para la neuroregeneración.
La mejor alternativa es la elaboración propia de las prótesis, actualmente se cuenta con una tecnología de base para empezar a fabricar este tipo de prótesis, “con la ingeniería de biomateriales en algunas universidades del país”, en donde se están procesando biopolímeros de diferentes tipos.
El doctor Rafael Labrador está en contacto con el Instituto Venezolano de Investigación Científica (IVIC) y el Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) en la Universidad Simón Bolívar, en Caracas. Ambos grupos tienen la finalidad de diseñar y fabricar ese tipo de prótesis en el país.
“Están en proceso de diseño. La idea es hacer las pruebas biológicas para ver si son estables, si tienen las condiciones que se requieren, incluso la finalidad es mejorar las características de las que ya existen en el mercado”, señaló el investigador.

Microcirugía, fisiología y neurohistología

La técnica de microcirugía influyó en su trabajo pues con ella se crea la lesión en el modelo animal y luego hace la reparación. “Es imprescindible porque el tejido nervioso es pequeño los troncos nerviosos son pequeños, necesitando la microcirugía para hacer la manipulación de los axiomas, tanto para lesionarlo como para repararlo”.
La neurofisiología es “ineludible porque permite evaluar desde el punto de vista funcional si el nervio después de la reparación vuelve a recobrar sus funciones”.
Por su parte, la neurohistología permite valorar estructuralmente el tejido nervioso; se extrae, se corta, se fija y evalúa la estructura, si se parece o no al nervio sano.

¿Qué lo que lo incentivó a realizar esta investigación científica?

El haberme dedicado a la neurociencia en mi doctorado y haber trabajado con un grupo de investigación que tenía como tema ‘La reparación y plasticidad neural’. Se me asignó trabajar en el área microquirúrgica y con el área de evaluación electrofisiología. Mi misión era evaluar cual era el tipo de sustancia que se utilizaba en el interior de la prótesis, qué se podía introducir allí como estimulante de la regeneración.

La investigación “Matrices acelulares y reparación de nervios periféricos por tubulización”, fue su trabajo inicial. Constituyó su tesis doctoral y la publicación de 3 trabajos científicos importantes a nivel mundial. Su doctorado lo hizo desde el año 1992 hasta 1996, en la Universidad Autónoma de Barcelona, España.

Propósito científico

Se pretende llegar a poder reparar lesiones de nervio periférico de mayor tamaño. “No siempre se tiene la suerte de que las lesiones sean pequeñas, a veces son lesiones con mayor cantidad de pérdida de tejido”.
“La misión es hacer que el sistema reparativo que sirve para las lesiones pequeñas, se haga suficientemente potente y versátil para utilizarla en lesiones grandes” y así mismo sea adecuado “no solamente para lesiones de nervio periférico sino también a nivel de médula espinal y otras estructuras” expresó el científico.
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACIT) le otorgó la beca para hacer el estudio de doctorado. Luego financió su proyecto de investigación -próximo a concluirse- “Reparación de lesiones traumáticas del nervio periférico. Diseño de un injerto nervioso artificial”. La primera publicación internacional fue el 2004.
El 30 de abril del año en curso asistió a la 6ta Convocatoria del Premio Estímulo al Investigador (PEI), en Universidad de los Andes. De igual forma como en años anteriores estuvo presente en el acto de reconocimiento otorgado por el Programa de Promoción al Investigador (PPI) realizado a nivel nacional.
El médico neurofisiólogo Rafael Labrador aspira a finales de año tener data experimental suficiente para hacer otra publicación sobre el proyecto; así como también datos experimentales sobre otros proyectos que siguen a continuación, como el diseño de prótesis en Venezuela. (Johana Flórez)

Tubulización: se toman los dos muñones de nervios, los colocas con puntos de microsutura al nivel de los dos extremos de la prótesis y los dejas allí, éstos crecen dentro de la prótesis. Luego se cubren con las capas cutáneas y subcutáneas que hayan que suturar y se cierra como cualquier herida quirúrgica
Sistema nervioso periférico: conjunto de nervios que están de la médula espinal hacia a fuera; que son como cables de fibras nerviosas que van a todos los órganos: la piel, vísceras, tendones y músculos de todo el cuerpo.

No hay comentarios: